en cada ocasión que decido empezar de cero.. una vez mas,
una vez más desafiando a la lógica,
la supervivencia ..
y al cambio de clima antinatural,
quizás como ese poema que no quiere terminar..
jamás...
Y entonces François Mauriac me recuerda lo hiriente:
"No siento el menor deseo
de jugar en un mundo en el que todos hacen trampa"